El increíble escenario del río Li ~ Moleskine viajera

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El increíble escenario del río Li

"Cuanto más se tiñe de rojo el ocaso, más dulce resulta. Lanza sus reflejos dorados sobre el agua del río. El azul oscuro y los rayos dorados se mezclan en las ondas y las salpicaduras del agua. La bola purpúrea desprende todavía más serenidad, pero, al descender en la hondonada del valle, no deja de tener cierta seducción." La montaña del alma. Gao Xingjian.

A primera hora, nos pasa a recoger un minibús que nos conduce al embarcadero donde tomamos el barco que, navegando por el río Li nos va a llevar hasta Yangshuo. El hecho de llevar las maletas no representa ningún problema, ya que puedes depositarlas en un espacio destinado a ello en un rincón del barco.

Habíamos dado muchas vueltas sobre si tomar el barco o no hacia Yangshuo. Dudábamos de si no resultaría mejor ir directamente en un autobús. Después del viaje, ni sombra de duda. Las cuatro horas que dura la travesía merecen todos y cada uno de los 240 minutos. Desde el río, las vistas de las montañas kársticas son espectaculares.

Comemos a bordo -comida para olvidar- y aún tenemos tiempo de entablar conversación con nuestros vecinos de mesa, un matrimonio chino que estuvo presente en Barcelona durante los Juegos del 92 y que sirve para constatar lo mayores que somos todos y lo rápido que pasa el tiempo.

Ya en Yangshuo nos dirigimos hacia nuestro hotel, el River View Hotel, estratégicamente situado frente al río. En el hotel mismo contratamos las entradas para el espectáculo Impression Liu Sanjie Light al que vamos a asistir esa misma noche.

Callejeamos por Yangshuo. En ninguna otra parte de China hemos visto tantos occidentales (ni en Pingyao), somos millares paseando por la ciudad. Curiosamente es también en el único lugar de China donde hemos visto carteles de la policía avisando sobre los carteristas.

Después de comprar algún recuerdo, disfrutar del callejeo y cenar (en un Asijen Ramen nuevamente), nos dirigimos al hotel donde esperamos el minibús que nos ha de conducir al espectáculo.

Nuestra conductora, una simpática y aguerrida china de origen mongol, nos da una lección práctica de cómo circular en una ciudad abarrotada de gente y coches y del uso práctico del claxon. El trayecto es en si una nueva experiencia.

Una vez allí el espectáculo es inenarrable. El río Li y las montañas son el escenario natural de una increíble representación donde la luz y la música comparten el protagonismo con más de 600 actores del pueblo. Dirigido por Zhang Yimou, director de Sorgo rojo, La linterna roja, La casa de las dagas voladoras o Hero, entre otras muchas películas y, junto con el coreógrafo Zhang Jigang, director de la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, la magnificiencia de la representación no tiene nada que envidiar al más espectacular de los Wuxia.

Tras la representación, de vuelta al hotel. Mañana nos esperan Gary y las terrazas de arroz.