sábado, 30 de agosto de 2014

Sin dejarnos influir por los malos presagios

Shanghái (A). Suzhou (B). Hangzhou (C). Chengdú (D). Leshan (E). Kunming (F). Dali (G). Lijiang (H). Shangri-La (I). Hong Kong (J). Macao (K).

Terremotos, inundaciones, incendios, atentados terroristas… las noticias se sucedían con un vértigo incontenible, no había día que no nos sorprendiera con un desastre mayor. Todas las noticias tenían una cosa en común, el escenario era Yunnan, y justo aparecían cuando habíamos decidido centrar gran parte de nuestro viaje en la región del suroeste.

Pero obviamente no nos íbamos a arredrar, así que con grandes dosis de inconsciencia en opinión de algunos, o con una meditada decisión fruto de la madurez, en opinión nuestra, decidimos tirar adelante el que iba a ser nuestro segundo viaje a China.

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Ya lo hemos comentado, China no es que sea un país de contrastes, es un enorme continente donde tienen cabida paisajes físicos y humanos muy distintos entre si. Es imposible quererlos abarcar todos ni en uno, ni en dos, ni en cualquiera que fuera el número de viajes que uno decidiera emprender. Así que, sabiendo que teníamos por delante un sinfín de posibilidades, decidimos empezar a planificar.

Después de dar mil y una vueltas, de incluir y descartar decenas de lugares, de descartarlos e incluirlos de nuevo, acabamos por definir un itinerario que combinaba lugares que no pudimos visitar en nuestro primer viaje con la experiencia de descubrir una de las provincias con más encanto de todo el país: Yunnan.

Nuestro viaje se inició en Shanghai (A), pero no para disfrutar de la ciudad, que ya conocíamos, sino para descubrir alguno de los “pueblos del agua” que están en sus cercanías, concretamente Tongli y Suzhou (B), continuamos viaje hasta Hangzhou (C) para visitar el lago Este, de aquí saltamos hasta Chengdu (D), en Sichuan, para visitar el Buda de Leshan (E) y disfrutar de la experiencia del Centro de Conservación de Osos Panda Gigantes, y, finalmente, llegamos a Yunnan donde, a partir de Kunming (F), iniciamos un viaje en ferrocarril que nos llevó a Dali (G) y Lijiang (H) desde donde, en autobús, nos acercamos a Shangri-la (I). El viaje lo acabamos en Hong-Kong (J), desde donde también nos acercamos a Macao (K).

Durante nuestro recorrido por Yunnan visitamos el Bosque de Piedra de Shilin y las grutas de Jiuxiang, el Lago ErHai, el glaciar de Yulong, la montaña del Dragón de Jade y la garganta del Salto del tigre del Yantsé.

Lo que viene a continuación es el relato de nuestro viaje intentando aportar una buena cantidad de información y datos útiles para quien quiera afrontar una aventura parecida a la nuestra. Un viaje maravilloso que seguro no va a defraudar.

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